Con motivo del bautizo de mi niño pequeño, y pensando en qué poder hacer para sorprender a todos los invitados, hice un centro de chuches y un árbol de gominolas. Sabía que a los niños le iba a encantar, pero me quedé sorprendida cuando eran los mayores los que no dejaban de comer chuches. Fue un visto y no visto, ni tarta ni nada¡¡ Ñammm Ñammm